Una multitud de 50 mil personas se congregó el 24 de febrero en Plaza de Mayo (Ciudad de Buenos Aires) contra los despidos en masa, por paritarias libres, contra la criminalización de la protesta y por la libertad de la militante presa Milagro Sala.
La manifestación acompañó el paro de 24 horas que llevó adelante la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), sindicato de trabajadores y trabajadoras públicos. Ya que, desde la asunción del nuevo gobierno, fueron despedidas cerca de 25 mil personas y muchos programas fueron vaciados. Es el caso de algunas áreas de derechos humanos, investigación de lavado de dinero, entre otros. El macrismo, por su parte, anunció esta semana que continuarán los despidos en el Estado.
Daniel Catalano, Secretario General de ATE Capital, expresó:
“Hay que construir la resistencia necesaria en cada sector de trabajo para frenar esta ola de despidos: nuestros reclamos son profundamente dolidos. Nosotros somos trabajadores del Estado orgullosos”.
También leyó una carta escrita por Milagro Sala, quien se solidarizó con la lucha de los estatales en todo el país.
Además del gremio estatal, participaron distintas centrales de trabajadores y trabajadoras. Hubo sindicatos de portuarios, periodistas, ferroviarios, docentes, gráficos, salud, judiciales, economía popular, organizaciones políticas y de derechos humanos. Investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) hicieron una concentración frente al Ministerio de Ciencia y Tecnología. Al mismo tiempo, hubo marchas similares en Santa Fe, Córdoba, Río Negro, Entre Ríos, Jujuy, Catamarca y Santa Cruz, entre otras provincias.
Otros dirigentes sindicales también tomaron la palabra durante el acto en Plaza de Mayo. Jorge Yacovsky, de profesionales médicos dijo:
“Hoy paralizamos 80 hospitales en la provincia de Buenos Aires, Capital Federal y otros tantos en 20 provincias argentinas”.
Desde el gremio de docentes de Buenos Aires, Roberto Baradel expuso:
“Necesitamos de la unidad de los trabajadores para volver a tener una patria solidaria, por lo que tenemos que ser capaces de tender de puentes con toda clase trabajadora para vencer al neoliberalismo”.
Hubo también apoyos internacionales. Participó José Lorenzo de la CUT de Brasil; así como representantes de centrales obreras de Chile y Uruguay.
Esta fue la primera gran movilización desde que el Ministerio de Seguridad de la Nación anunció el “Protocolo de actuación de seguridad del Estado en manifestaciones públicas”. Cuestionado por su carácter represivo y violatorio de derechos, en esta ocasión pesó sobre este protocolo una medida cautelar presentada por ATE. Entre distintos canticos, la multitud cantó:
“Qué boludo, qué boludo, ahora el Protocolo se lo meten en el culo”.
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