Jornalistas Livres

Categoria: Verdade

  • Um nazista a serviço da Volkswagen na ditadura

    Um nazista a serviço da Volkswagen na ditadura

    Uma entrevista do jornal argentino Página 12 tem chamado a atenção dos setores do campo democrático e progressista da América Latina. Trata-se da conversa entre o jornalista Dario Pignotti com o ex deputado estadual paulista, Adriano Diogo e Sebastião Neto, do IIEP (Intercâmbio, Informações, Estudos e Pesquisas). Os dois são ex-presos políticos e trabalharam juntos na investigação do envolvimento da Volkswagen com o regime ditatorial brasileiro inciado com o golpe de 1964.

    A aliança entre a Volks e a ditadura foi levantada durante os trabalhos da Comissão Estadual de Verdade presidida por Adriano em São Paulo.

    A revelação que mais chama a atenção no texto é a da contratação do nazista Franz Paul Stangl pela empresa alemã para comandar a filial  brasileira em São Bernardo do Campo.

    “A Volkswagen foi escolhida pela ditadura como uma de suas sócias para impulsionar o “milagre econômico”, bandeira do regime.

    Aqui a entrevista na integra publicado originalmente em: https://www.pagina12.com.ar/55191-un-nazi-al-servicio-de-volkswagen-en-la-dictadura

    Adriano Diogo y Sebastião Neto, ex presos e investigadores, hablan del pasado rol de la automotriz alemana en Brasil
    Un nazi al servicio de Volkswagen en la dictadura
    Franz Stangl trabajó en la planta de São Bernardo do Campo, cuyas instalaciones fueron usadas como calabozos en donde se interrogaba a sindicalistas que luego serían encarcelados. Así lo revela una investigación.
    Adriano Diogo dirigió la Comisión de la Verdad en San Pablo durante la presidencia de Dilma Rousseff.
    Adriano Diogo dirigió la Comisión de la Verdad en San Pablo durante la presidencia de Dilma Rousseff. 

    Desde Brasilia

    Antes de ser condenado a cadena perpetua en Alemania por el asesinato de 400 mil personas, el nazi Franz Paul Stangl fue contratado en Brasil por Volkswagen, la empresa elegida por la dictadura como una sus socias para motorizar el “milagro económico” que permitió alcanzar tasas de crecimiento del 10 % al año. El lema era “orden y progreso”. Con el bagaje adquirido en los campos de concentración Treblinca y Sobibor, Franz Paul Stangl prestó servicios en la planta de Volkswagen en San Bernardo do Campo, cuyas instalaciones fueron utilizadas como calabozos donde se interrogaba a los sindicalistas que posteriormente serían entregados a la Dirección de Orden Político y Social (DOPS) para su encarcelamiento, tortura y en algunos casos eliminación. El ensamblaje entre el sistema de control de Volkswagen y el régimen funcionó durante años. La represión fue feroz en la primera mitad de la década del 70 .

    Adriano Diogo, preso político entre 1973 y 1975, dirigió la Comisión de la Verdad en San Pablo durante la presidencia de Dilma Rousseff entre 2010 y 2014, cuando se conocieron las primeras piezas del terrorismo industrializado.

    “Fueron cuatro años de trabajo exhaustivo que nos permitió revelar con documentos y testimonios que Franz Stangl tuvo una participación importante, que la organización que él condujo durante ocho años en la Volkswagen siguió funcionando durante décadas. Ese esquema fue tributario de la dictadura. Y en alguna medida se puede decir que la dictadura fue tributaria de ese esquema. La armonía llegó a tal punto que la empresa contrataba militares brasileños preferentemente con dominio del idioma alemán para que trabajaran en el departamento de seguridad creado por Stangl. El control era total, con precisión nazi. La semana pasada la televisión pública alemana divulgó un documental con más informaciones, que nos permiten profundizar el trabajo y seguir investigando porque creemos que van a surgir más cosas”.

    Adriano Diogo y Sebastiao Neto, ex preso e investigador, dialogaron con PáginaI12 sobre esta historia que permaneció oculta durante décadas.

    –¿Volkswagen contrató a Franz Stangl sabiendo que era nazi?

    –Estamos convencidos de que lo sabían. Stangl no era un criminal de guerra menor, era uno de los más buscados en todo el mundo. Las cifras del tribunal  que lo condenó a cadena perpetua en Düsseldorf hablan de 400 mil muertos, pero hay autores que le atribuyen la muerte de hasta 900 mil personas. Brasil era un refugio de nazis, San Pablo era uno de los lugares escogidos, como fue Bariloche Argentina con Priebke. En el interior de San Pablo vivió durante toda la dictadura el médico Joseph Menguele muerto en 1979 mientras estaba veraneando en la playa de Bertioga.

    –La semana pasada un historiador contratado por Volkswagen dijo que la empresa ignoraba el pasado de Stangl.

    –No voy a polemizar con Volkswagen porque tendría que leer primero los argumentos que presentan. Lo que estoy en condiciones de afirmar después los cuatro años de investigaciones de la Comisión de la Verdad es que resulta por lo menos extraño que se hable de desconocimiento de alguien como Stangl. No era alguien irrelevante, tanto que el cazador de nazis Simon Wiesenthal vino a buscarlo hasta Brasil. Le digo más, Franz Stangl nunca ocultó su identidad en Brasil. La Volkswagen lo contrató con sus documentos originales. Stangl trabajó, organizó el esquema de informaciones, cobró salario, permaneció 8 años en la empresa, hasta su deportación en 1967, con su identidad verdadera. Y el jefe de Stangl en la planta de San Bernardo do Campo era Friederich Schultz-Wenk, que en su juventud había sido del partido nazi.

    –¿El vínculo nazi, Volkswagen y militares fue puntual?

    –No, fue estructural. Nuestra dictadura fue germanófila, Volkswagen fue la empresa símbolo del desarrollo industrial durante los gobiernos militares. Fue simbólico que el dictador Emilio Garrastazú Médici (1969-1974) haya regalado un automóvil “Fusca” ( el “escarabajo” de Volkswagen) a cada uno de los jugadores de la selección campeona del mundo, la de Pelé, en 1970. Luego de Garrastazú vino el presidente Ernesto Geisel, del 74 al 79, hijo de alemanes, que era hermano de Orlando Geisel, quien fue jefe del Estado Mayor del Ejército.

    En 1974 Brasil fue gobernado por primera vez por un hijo de alemanes. El país católico más poblado del mundo gobernado por un general luterano….son datos importantes.

    El carácter germanófilo iba más allá de la Volkswagen, Geisel firmó un acuerdo nuclear con Alemania para desarrollar una tecnología en la que Argentina estaba más adelantada. El acercamiento con Alemania también se realizó en la industria pesada, en la compra de equipamento alemán para las grandes represas hidroeléctricas.

    Volkswagen contrató a Franz Strangl con su documento original.

     

    ¿Usted preguntó si esta proximidad entre nazis, empresarios y militares fue circunstancial? Podría darle varios ejemplos para demostrar que no lo fue.

    En los años 70 Volkswagen tuvo un presidente muy famoso llamado Wolfhang Sauer, un nazi convencido, un señor que tenía la cruz de hierro en su oficina. El presidente militar Ernesto Geisel, que seguramente sabía de las simpatías políticas de Sauer, autorizó que se naturalizara brasileño. ¿Esto deja dudas de la relación estructural?. Esta historia da para un libro, no quiero cansarlo con datos.

    –¿Tiene más?

    –Uno más. Este ejecutivo Sauer fue objeto de una especie de biografía laudatoria cuyo prefacio lo escribió el ex ministro de Hacienda de la dictadura Delfim Netto. Delfim también fue uno de los encargados de recaudar dinero de los empresarios para pagar la represión, el Operativo Bandeirantes, que tuvo el respaldo de la Federación de Industrias de San Pablo, la Fiesp.

    –Que respaldó el golpe de 1964.

    –Así es. La Fiesp fue una de las instituciones que pensó y organizó el golpe de 1964, y respaldó activamente el de 2016 contra la presidenta Dilma.

    –¿A qué atribuye el interés de Volkswagen en investigar?

    –No estoy en condiciones de responder porque la empresa abrió una pesquisa que promete concluir este año. Sí puedo afirmar que hubo abogados de Volkswagen y mucha gente del mundo empresarial cuando nosotros realizamos la sesión pública de la Comisión de la Verdad que trató este tema. Puedo decir que hubo emisarios, o personas que nos hicieron saber que a Volkswagen le interesaba postergar esa audicencia. Nadie nos dijo abiertamente que teníamos que dejarla sin efecto, fueron educados, pero la presión fue muy fuerte. Ellos saben que este tema tiene un impacto internacional extraordinario. Es una noticia mundial.

    –Este año se cumple medio siglo de la prisión de Stangl, ¿cuánto habrá que esperar para que se haga justicia?

    –No se olvide que en Brasil todavía tenemos la Ley de Amnistía dejada por  los militares. Creo que con este caso se puede empezar a avanzar en la búsqueda de la verdad a cerca de la dictadura y las empresas y los nazis.

    El primer paso lo dio hace tres años la Comisión de la Verdad, pese a los obstáculos que tuvo que enfrentar y a la indiferencia de la prensa brasileña. Esta historia comenzó a tener repercusión mundial recién ahora, gracias a un documental de la televisión alemana, lo que nos da fuerza para seguir con nuestro trabajo. Aquí en Brasil el próximo paso es nuestro Ministerio Público decida abrir un proceso sobre este caso, pero ya está enfrentando presiones fuertes.

    –¿Quedan más nazis por descubrir?

    –En estos temas hay que evitar ser livianos porque los intereses en juego son gigantescos, estamos hablando de Volkswagen, de la Fiesp, y posiblemente de otras empresas multinacionales que actuaron durante la dictadura. Nuestra sospecha es que Stangl no fue el único nazi que actuó en Brasil. (FIM)

  • Jornalistas Livres: e os jornalistas presos?

    Jornalistas Livres: e os jornalistas presos?

    Neste domingo, 25 de junho, o pôr do sol foi o sinal para que mais de um bilhão de pessoas do mundo pudessem comer. Sentados em mesas redondas com amigos e familiares, os muçulmanos que celebram o Ramadã, mês sagrado, desfrutam do Iftar, o jantar de desejum. Para 234 jornalistas presos na Turquia, nada disso existiu.

    Na Turquia de Recep Erdogan, a liberdade de expressão está cada vez mais próxima de ser extinta. Hoje o país é o que mais tem jornalistas presos, perdendo apenas para China, Egito, Etritreia e Etiópia. O disparate está nos números: a China tem 38 jornalistas privados da liberdade.

    O atual governo turco não considera que a prisão é o lugar de repórteres e editores que questionam suas ações tanto que colunistas como o cantor Atilla Tas, que, além de ser considerado um pop star na Turquia, trabalhava como colunista no jornal Meydan. Detido desde o ano passado, ele é uma das 2 mil pessoas processadas por “insultar o presidente”. Até o momento, suas chances de sair da cadeia são nulas pois foi condenado à prisão perpétua.

    A eternidade entre barras de ferro é uma perspectiva triste e real para Ayşenur Parıldak. Aos 26 anos, ela trabalhou por apenas dois anos no jornal Zaman e uma de suas mensagens recebidas por amigos foi buscar o suicídio “já que tenho medo de ser esquecida aqui”. Seu colega de redação, o colunista Hilmi Yavuz defendeu-se da seguinte forma ao juiz: ‘Tenho 80 anos e todos conhecem o que eu escrevo. Passei a minha vida ensinando e escrevendo meus pensamentos. Já escrevi vários artigos condenando o golpe e deixei muito claro que sou contra ele. Estou pronto com minha mala e meus remédios para a vida na cadeia.”

     

    A prisão não é o destino apenas para quem se opõe a Erdogan. Şahin Alpay, 72 anos, do jornal Yarına Bakış apoiou o presidente turco até 2011. “Falhei em não enxergar o lado escuro deles”, escreveu aos seus leitores.

    Para o relator especial da ONU sobre Tortura, Nils Melzer, está claro que há tortura na Turquia. Um relatório preliminar da investigação que realizou na Turquia entre 27 de novembro e 2 de dezembro de 2016 pontua ainda que aos jornalistas está vedado o direito à defesa.

    Os números atuais e oficiais que o Centro Cultural Brasil Turquia informou aos Jornalistas Livres e que fazem parte da exposição sobre o tema na sede social em São Paulo não são definitivos. Estima-se que 100 jornalistas possam ser presos até julho: em maio, a justiça turca expediu 42 mandados de prisão para jornalistas.

    Kamil Ergin, jornalista turco radicado em São Paulo, explica que a perseguição não se dá apenas na Turquia pois também aqui é impedido de entrar no consulado turco no país e participar de coletivas de entrevista. “Me acusam de terrorista”, afirma ele, que também é editor do site Voz da Turquia.

    Kamil aponta que os mais perseguidos são jornalistas de jornais (40%), seguidos de rádio e TV (24%), agências de notícias (16%), jornais locais (7%), revistas (6%). 2% são mídias sociais e outros.

    Correspondentes internacionais também podem ser presos. O correspondente alemão do Die Welt, Denis Yücel está preso desde fevereiro. “A Turquia ocupa o primeiro lugar no inglório pódio de jornalistas presos”, disse  John Dalhuisen, da Anistia Internacional. A campanha da entidade,“Jornalismo Não é Crime”, aponta que um terço dos jornalistas presos no mundo estão na Turquia.

  • “Porque no Carnaval eles não fizeram greve?”

    “Porque no Carnaval eles não fizeram greve?”

    Manhã de quarta-feira, Belo Horizonte, 09h44, e o rosto trabalhador que diz essa frase ao vento, sem destinatário, mas de certo modo endereçada à mim, já está na metade de sua jornada. Tanto hoje como no carnaval, ele teve que madrugar para servir de cobrador no trajeto que vai do bairro Xangrilá à estação Pampulha. Dormiu pouco, mas menos do que muitos outros cujas linhas iniciam mais cedo, essa tem seu primeiro horário pouco antes das 06h da manhã.

    No carnaval, nosso sujeito passível de análise também despertou no mesmo horário, e enquanto todos iam para as festas, ele nos arrancava os R$2,85 como quem tira doce de criança. Prazer sórdido? Não, falta de diálogo. Agora, este mesmo sujeito, que está na base de nossa sociedade trabalhadora, serve aos interesses de quem quer que ele se aposente mais tarde, e tenha apenas seis meses de expectativa de vida após pendurar o uniforme.

    Foto: Maxwell Vilela/ Jornalistas Livres

    “Se a gente não lutar, a aposentadoria vai acabar!”

    Essa é a frase mais falada do ato que começou na Praça da Estação e foi até a Praça da Assembleia em Belo Horizonte. Porém, o trocador não grita, nem ele e nem muitos outros trabalhadores. Nos quatro cantos do país, os movimentos sociais, estudantes, professores, sindicatos e trabalhadores a repetem como um mantra que escancara uma verdade: a de que o governo Temer não terá piedade nem de nós, que protestamos, quiçá dos trabalhadores que estão na base da sociedade.

    Nosso carnaval, símbolo deste povo que resiste, do corpo que performa desejo negado, foi a maior demonstração de que a política se faz nas ruas, com a ocupação do espaço público. Como diz Cristal Lopes, musa do carnabelô: “a política tem que aprender muito com o carnaval”.

    Foto: Maxwell Vilela/ Jornalistas Livres

    Fomos de Fora Temer em Fora Temer, negando o assédio estrutural que insiste em violar os corpos das nossas mulheres, dizendo sim ao funk e à voz da periferia, fazendo poética e festa com nossas próprias mãos e provando o que já foi dito pelo companheiro carnavalesco José Guilherme: “nosso carnaval foi conquistado.”

    Dentre os reajustes propostos para a previdência, está o caso do nosso amigo de todos os dias, o trocador. Hoje, 4 milhões de idosos de baixa renda, com mais de 65 anos, recebem um salário mínimo. Se a reforma passar a idade mínima será de 70 anos. Nós, mulheres, que trabalhávamos até 55 anos, iremos até os 65, junto com os homens, que iam somente até os 60. Isso sem contar os 25 anos obrigatórios de contribuição, um aumento de 10 anos da exploração de nossos corpos trabalhadores, que não tem nem o direito de festejar o carnaval.

    Diante desse cenário, me vem à cabeça a palavra de ordem dos nossos companheiros argentinos, que traduzida, fica mais ou menos assim:

    “Vamos à luta companheiros, vamos em frente, que isso nos pede toda gente.”

    Foto: Maxwell Vilela/ Jornalistas Livres
  • POR QUE TANTO ÓDIO?

    POR QUE TANTO ÓDIO?

    Nunca na história desse país, um ex-presidente foi tão perseguido –como se governar e retirar 40 milhões de pessoas da miséria absoluta, fosse um ato criminoso, imperdoável.

    Nunca, na história desse país, um ex-presidente foi tão odiado e tratado como bandido.

     

     

    Houve um presidente, Prudente de Moraes, que ordenou uma ação militar que matou 25 mil brasileiros no Arraial de Canudos, mas esse presidente era advogado, doutor. Jamais foi tão odiado.

    Prudente de Moraes exigiu a decapitação de Antônio Conselheiro que já tinha sido enterrado. Então, exumaram o cadáver do líder de Canudos, decapitaram-no e voltaram a enterrar.

     

     

    Teve um outro que prometeu no exterior pagar a dívida externa, criou um plano econômico chamado “funding Loan” (língua da metrópole, claro) e promoveu um arrocho insuportável aos brasileiros mais pobres. Mas esse, Campos Sales, também era advogado, representante da elite cafeeira e, claro, nunca foi odiado.

    Já Hermes da Fonseca, perseguiu os sertanejos do Padre “santo” Cícero Romão Batista, criou uma estrada de ferro que ligava o nada ao lugar nenhum, à custa das vidas de milhares de trabalhadores. Hermes da Fonseca ainda reprimiu a revolta da Chibata, liderada por João Cândido (“o Almirante Negro”), realizada por marinheiros que lutavam pelo fim dos castigos físicos e chibatadas nos barcos da Marinha do Brasil. Mas era marechal, e ninguém odeia um militar no Brasil.

    Ilustração de Joana Brasileiro, sob imagem do Padre Cícero, cartão postal em homenagem ao Marechal Hermes da Fonseca, e imagem dos marinheiros da Revolta da Chibata, capitaneados por João Cândito o Almirante Negro.

     

    Falando em militares, eles tomaram o poder em 1964 e emplacaram cinco presidentes-ditadores militares até 1985, quando assassinaram sob tortura centenas de opositores ao regime. Mas eles nunca foram odiados.

    No nosso país, teve um governador da elite paulista cujo slogan era “esse rouba mas faz”, um ministro da ditadura militar famoso no exterior por contrabandear pedras preciosas nativas para lá, um outro governador da elite paulista cuja fortuna em seu nome ele apenas dizia não lhe pertencer, um presidente eleito pela mídia que pagava até gastos domésticos com “sobras de campanha”. Mas nunca se percebeu a existência da corrupção como agora.

    E nunca se odiou tanto um ex-presidente.

    Por que tanto ódio contra alguém que mesmo depois de dois mandatos não tem apartamento em Paris, iate, ou qualquer ato corrupto comprovado?

    Será que é por que é nordestino? Por que não é doutor? Ou por que é tão parecido com aqueles que o odeiam e se sentem covardes diante de sua coragem?

    Nunca na história desse país, alguém foi tão invejado e odiado assim. Você entende por quê? Mande pra gente a sua colaboração. Só aceitaremos colaborações gentis e educadas, porque, de ódio já estamos fartos.

     

    Mande para: jornalistaslivres@gmail.com
  • Falar para mudar a história

    Falar para mudar a história

    “Nós vamos te quebrar por dentro”

    delegado Fleury para Frei Tito

    O que se busca com a Clínica do Testemunho? Maria Cristina Ocariz, coordenadora da Clínica afirma em seu artigo, A psicanálise e as consequências psíquicas dos fenômenos ditatoriais, que:

    “Somos cientes de que não se consegue fazer justiça plena, pois cada morte é única e constitui uma tragédia irreparável. Mas podemos dar nome aos nossos mortos e construir narrativas que reconstruam a história silenciada durante todos estes anos.”

    Por que falar e reconstruir a história já passada? Por que não deixá-la enterrada? A história silenciada sobre a ditadura está entre os fatores determinantes do ódio exacerbado em que estamos mergulhados, nessa segunda década do século XXI:

    “Sabemos que a violência, o império do ódio, o mal-estar que tomou conta de nosso país na atualidade são multideterminados. Mas insistimos: o silêncio sobre os anos da ditadura e a anistia aos criminosos, são variáveis fundamentais na etiologia destes fenômenos. Prospera a economia da impunidade e da vingança.”

    Por onde caminha a tortura dentro de nós? Por que permanece a assombrar suas vítimas? A tortura busca quebrar a estrutura psíquica para calar a vida e as ideias de pessoas e instituições proibidas:

    ‘Você não é ninguém’, ‘Você não tem nome’, ‘Você não existe’. Estas são falas do terrorismo de Estado que tem como efeito um cenário impreciso entre a vida e a morte. O discurso do torturador ressoa como: ‘Eu sou Deus, você não existe, eu sou o dono da vida e da morte’.”

    O terrorismo de Estado libera e legitima a maldade inerente ao ser humano. Ocariz cita Freud, para marcar nossa inclinação agressiva-destrutiva:

    “O ser humano não é um ser manso, amável, só capaz de se defender se o atacam; possui uma boa cota de agressividade. O próximo é uma tentação para satisfazer nele sua agressividade, explorar suas forças de trabalho sem ressarci-lo, usá-lo sexualmente sem seu consentimento, despossuí-lo de seu patrimônio, humilhá-lo, lhe infligir dores, martirizá-lo e assassiná-lo. (…) O homem é o lobo do homem.”

    Tentamos conter a hostilidade que nos constitui com a lei, com a cultura, nem sempre com sucesso:

    “Existe uma bestialidade original que deve ser domesticada; a lei estabelece um limite nas pulsões primitivas, e instaura a repressão ou recalque das pulsões e, no melhor dos casos, a sublimação das mesmas. Em nenhum caso haveria uma satisfação plena.”

    A disjuntiva ou barbárie ou civilização é falsa no entender de Ocariz:

    “Apelamos aqui a um conceito desenvolvido por Freud em 1919. Dada a hostilidade primária no ser humano, não existe nada de natural no amor ao próximo. Se deve existir como a lei e a proibição é porque não é natural, senão o contrário. A barbárie não se opõe à civilização, temos que pensar a barbárie na civilização.”

    A história do homem está repleta de genocídios que podem se repetir a qualquer momento:

    “O fato de terem existido outros genocídios na história do mundo confirma sua pertinência à condição humana. Como disse Primo Levi, a respeito do nazismo “Tem sucedido e, por conseguinte, pode voltar a suceder: isto é a essência do que temos a dizer”.

    Ocariz cita o testemunho da professora Maria Cecília Bouças Coimbra “A tortura não quer ‘fazer’ falar, ela pretende calar e é justamente essa a terrível situação: através da dor, da humilhação e da degradação tentam transformar-nos em coisa, em objeto. (…)” (p. 143)

    E qual seria a função da psicanálise? Como opera sua função clínica?

    “A psicanálise sustenta um princípio ético: o desvelamento de uma verdade que, se permanecer encoberta, irá se manifestar através de sintomas sociais e/ou subjetivos. (…) O remédio contra a malignidade do oculto, do não sabido, do não dito que produz efeitos sintomáticos, é a descoberta dos fatores conscientes ou inconscientes que estão em sua etiologia. A explicitação da verdade, embora seja dolorosa, operará como uma incisão a fim de drenar, aliviar e curar o abcesso do sinistro.”

    A Clínica do Testemunho busca acolher, abrigar e curar as pessoas e a sociedade. Busca inibir a tendência, que as sociedades têm, de repetir fatos violentos e traumáticos quando a palavra é silenciada.

    “Em 1914, Freud escreve “Recordar, repetir e elaborar”. O fundamento desse artigo é que as situações traumáticas devem ser recordadas e elaboradas. Tal necessidade de elaboração pode ser observada tanto nas modalidades de retorno do sofrimento psíquico de cada sujeito, quanto nas repetições de fatos violentos e traumáticos que marcam as sociedades governadas com base na supressão da experiência histórica. A falta de verdade abre caminho para a repetição como sintoma social.”

    A verdade explícita pode mudar a história:

    “Falar é uma escolha subjetiva e política que se opõe a silenciar, pois entendemos que é preciso falar para que a verdade seja conhecida, para que os danos sejam reparados, para que cesse a repetição do horror, transformando o curso da história.”

    “(…) que não anoiteça calmo o nosso sono,

    enquanto todas as pessoas não gozarem do inalienável direito de ter direitos”.

    Madre Cristina, fundadora do Sedes Sapientiae

    Notas

    1 Todas as citações acima foram extraídas do artigo A psicanálise e as consequências psíquicas dos fenômenos ditatoriais, no livro Violência de Estado na ditadura militar (1964-1985) – Efeito Psíquicos e Testemunhos Clínicos, organizado por Maria Cristina Ocariz, Editora Escuta, 2015. O livro é distribuído gratuitamente e pode-se baixar em www.justica.gov.br/seus-direitos/anistia

    2 As inscrições para as Clínicas do Testemunho tiveram início no dia 19 de março de 2013, através do edital publicado no Diário Oficial. Poderá se inscrever qualquer anistiado político pela Lei nº 10.559/2002, bem como seus familiares. Os interessados em participar dos grupos terapêuticos ou receber atendimento psicológico individual devem entrar em contato com a Clínica Psicológica (11) 3866 2736 / 3866 2735 ou pelo e-mail clinicatestemunhosedes@sedes.org.br.

  • TEATRO: “Eu não quero viver em uma ditadura”, Caio Fernando Abreu

    TEATRO: “Eu não quero viver em uma ditadura”, Caio Fernando Abreu

    Por Caio Santos, especial para os Jornalistas Livres

    Quando disse a um amigo que ia ao teatro assistir a uma peça em homenagem ao Caio Fernando Abreu, ele ironizou:  “Para que uma peça em homenagem a ele?  O facebook e orkut já fazem isso.”

    A sua reação é compreensível. O escritor se tornou um clichê, citações dele aparecem recorrentemente em diferentes perfis das redes sociais: “Não doí mais. Mas dá saudade.” “Tudo que você precisa está na sua alma e em seu coração” “O tempo tem uma forma maravilhosa de nos mostrar o que realmente importa”. Essas e outras frases de efeito motivacionais são recortadas de seus textos e viralizadas na internet. Isto, em parte, fez com que sua obra fosse popularizada. No entanto, também se banaliza. Quantas destes compartilhadores conhecem sobre a vida do autor? E quantos de fato leram os contos originais?

    “Caio era um escritor muito marginal, era gay assumido, uma figura underground, libertária, relacionada às drogas e ao sexo. Ficou conhecido no meio por representar a voz de uma geração dos anos 70 e 80, dos jovens que viveram a ditadura, principalmente por uma escrita confessional e intimista, que se volta para dentro.” explica o dramaturgo Juarez Guimarães Dias. “Quando você edita três frases de um conto inteiro, empobrece as frases porque elas perdem o contexto. Então parece que são frases de autoajuda […], mas ele também estava preocupado sobre a ditadura e sobre o que estava acontecendo”.

    O espetáculo EuCaio, chegando agora na sua terceira temporada em Belo Horizonte, busca revelar este lado esquecido do autor. Com direção de Juarez Guimarães, os textos e a vida de Caio Fernando Abreu mostram uma consciência atormentada pela perseguição e pela violência política da época, manifestada em cena por um recurso próprio do teatro: o corpo.

    Imagem de Divulgação do Espetáculo Eu, Caio
    Imagem de Divulgação do Espetáculo Eu, Caio

    O ator Matheus Soriedem se contorce e se mutila, sofrendo pelos horrores da ditadura militar. Brutalizado, sua performance tem como cenário nada mais que um amontoado de carvão, marcando e realmente afetando o ator durante o espetáculo. O diretor confessou que chega a machucar  o artista, que recebeu acompanhamento médico para evitar lesões.

    Apesar da voz atormertada e do corpo martirizado, o mais assustador do espetáculo é sua atualidade. A cada temporada, seu texto é revisto, acrescentando referências a fatos recentes, porém condizentes com o clima de terror e opressão dos Anos de Chumbo. Os tiros disparados na Marcha das Mulheres Negras em Brasília, as mortes de trabalhadores do MST no Paraná e, em Minas Gerais, a liminar que proibia estudantes de discutirem o impeachment são alguns exemplos mencionados, todos que aconteceram nos últimos meses. EuCaio é uma peça documentário sobre a aflição de um tempo tragicamente próximo, o que torna esta citação de Caio Fernando Abreu, pouco compartilhada, tão adequada aos dias de hoje: “Eu não quero viver em uma ditadura”.

    EuCaio está em cartaz no Teatro Marília, de  10 a 19  de Junho de 2016, de sexta-feira a domingo, sempre às 20:00. A entrada é R$20,00 (meia R$10,00). Mais informações (31) 3277-6319.